valverde del fresno - cáceres

El Espíritu Santo

“Descansa, de buena mañana, en sus poyos, une tus párpados y escucha atentamente; sentirás los acordes de la Paz en tu interior.”

Se encuentra ubicada a una distancia inferior a 2 kilómetros y medio del centro de la localidad si, partiendo de la plaza del pueblo, iniciamos el recorrido con dirección a la ermita del Santo Cristo y, desde ésta, continuamos el camino atravesando el arroyo del Mal nombre – popularmente conocido como de Arregañacús – a la altura de “las pasaderas” y seguimos con dirección hacia el nacimiento del arroyo Castaño.

Cuando llegamos a la ermita, el paraje nos regala con una paz difícil de expresar con la palabra.

El sitio se encuentra enmarcado por los redondeados canchos o “barrocos” de la sierra de la vecina localidad de Eljas, cuya linde viene marcada por el arroyo Castaño que nace en las inmediaciones y que susurra y refresca gran parte del año a la ermita, a la que también regala con una fuente – actualmente en mal estado de mantenimiento – así como con los castaños que aún perviven durante el curso de estos primeros metros de su naciente.

Aunque alejada, no obstante, este edificio goza de buena planta. Se construyó con piedra de granito sin labrar, enlucida y encalada, rematándose las esquinas con buen granito labrado -sillería. En las fachadas laterales se observan dos estribos en cada una, levantados en sillería de granito que terminan en talud en su parte superior.

A los pies del santuario se ubica el acceso, que se configura en arco de medio punto sobre fábrica de granito. Se levanta sobre basas, se sustenta sobre capiteles y se remata con pometeados hispanoflamentos. Estos detalles: la hechura de la portada, así como los pometeados, nos hacen pensar que su construcción pudo haberse llevado a cabo a principios del siglo XVI.

A ambos lados de la puerta figuran dos sencillas ventanas, provistas de dos columnas cilíndricas, de granito cada una, que desempeñan una doble función: de reja y de sustento del dintel, o de descarga.

Aún pervive la casa del ermitaño que se levantó del lado de la pared del Evangelio.

Una vez en el interior de la ermita, observamos que está dividida la nave única por tres arcos de medio punto, que sirven para reducir el empuje que ejerce la cubierta sobre los muros, estrechándose la nave en la cabecera.

La talla de valor de la Santísima Trinidad, de madera policromada, posiblemente del siglo XVIII que presidía esta ermita, actualmente se puede admirar en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción, sobre la pared meridional, junto a [San Blas](https://expotesoros.com/san-blas/) y sobre un retablo moderno.

Para finalizar, transcribimos literalmente lo que indica Francisco-Javier García Mogollón, en su obra* en relación con la visita efectuada en 1619 por el Sr. Comendador:

*Así conocemos que en tal fecha su estructura era exactamente igual a la actual, aunque la capilla mayor, a juzgar por la descripción, debía de cubrirse con una bonita armadura mudéjar. Tenía entonces un retablo – hoy desaparecido – “de madera y talla armado sobre quattro colunas” que enmarcaba seis tableros de pincel en los que se representaba la Anunciación, La Adoración de los Reyes Magos, El Nacimiento, La Venida del Espíritu Santo, La Virgen y San Juan. En el remate se veían, según se indica en la precitada descripción, dos tablas más con el Padre Eterno y un par de profetas. Otro retablo lateral era llamado “del Espíritu Santo” y mostraba pinturas de la Virgen, los apóstoles y el Espíritu Santo. Y aún existía un tercer retablo antiguo, con una pintura de la Quinta Angustia.*

*Viaje artístico por los pueblos de la Sierra de Gata (Cáceres). Catálogo monumental. PATRIMONIO 1. Página 96