valverde del fresno - cáceres

membrillo / marmelo

“Cuando la moza cruzó frente a la puerta de la taberna de Tarro, de su interior surgió una voz que decía: ¡Vaia par de marmelus!”

Para los valverdeños, en -valverdeiru- su habla local de la lengua del Val de Xálima: «marmelo» que se pronuncia fonéticamente como: [mɐɾˈmɛlu] es el fruto del «marmeleiro», originario de la antigua Persia. Se conoce que los babilonios ya lo cultivaban 4.000 años antes de Cristo.

En la antigua Grecia este fruto se dedicaba a la diosa Venus.

Los romanos y los griegos debieron traer consigo este fruto a la península pues gustaban de comerlo cocido y endulzado con miel.

Sabemos que en Valverde el «marmeleiro» se plantaba en las lindes de los huertos.

Además de sus propiedades astringentes, parece ser que se cocían sus pepitas que aplacaban la tos del resfriado o de la gripe y el fruto se utilizaba para ambientar las alcobas.

Con el membrillo cocido y mucha azúcar se confecciona una conserva de la que proviene el nombre de la mermelada, de tal manera que cuando decimos: «mermelada de membrillo» es como si estuviéramos diciendo: mermelada de mermelada.

Por cierto, la denominación de esta compota la tomamos prestada del portugués que deriva propiamente de la raiz del fruto marmel. Este mismo préstamo también se aprecia en Inglaterra, que introduce este fruto en el siglo XIl – probablemente – a través de Portugal. De ahí su marmalade / jam.

En nuestra cultura popular se conoce la expresión: «vaia par de marmelus» que atónitos pronunciaban nuestros abuelos a la vista de ciertos bustos de mujer: también para designar a quienes eran duros de mollera.