Es cuanto menos curiosa, a la par que digna de elogio y de respeto, la protección que se ha dedicado a esta preciosa ventana por parte de quienes a lo largo de cinco siglos han venido ostentando tanto la propiedad de la primera edificación sobre la que se asentó tan digna abertura, como de quienes, de la misma forma, la mantuvieron en las sucesivas modificaciones, reformas o rehabilitaciones de aquella primera obra.

    De la misma forma, sorprende a quienes callejeando por entre las vías que los entendidos dicen del casco histórico o antiguo y los lugareños do lugal, al levantar ligeramente la cabeza en la calle Primero de Mayo, para prestar atención al acrobático vuelo de las golondrinas o vencejos, su estela nos deja frente a la presencia de tan magnífica ventana gótica 

    Siguiendo al prolífico Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Extremadura, don Florencio Javier García Mogollón, éste se sorprende que en una vivienda modernizada exista esta preciosa ventana gótica, ajimezada – que quiere decir que está arqueada y con una columna en el medio – continúa manifestando que tiene los dos vanos polilobulados. Es de la opinión, por otro lado de que la columna central, quizá por influencia portuguesa, es torsa, como las de la portada eclesial de Eljas, y su capitelillo se adorna con curiosas carátulas humanas de cuyas bocas salen elementos vegetales. Las mismas figuras o carátulas se observan en el resto de los capiteles.

    Continúa en su descripción diciéndonos que por encima del vano, en la enjuta de los dos arcos que lo conforman, hay un escudete que contiene un brazo con una especie de látigo, uno de los conocidos símbolos inquisitoriales.